viernes, 22 de agosto de 2008

Aprenda a llamar a la policía ecuatoriana

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Yo tengo un sueño muy liviano, y en una de esas noches noté que había alguien andando sigilosamente por el jardín de la casa. Me levanté silenciosamente y me quedé siguiendo los leves ruidos que venían de afuera, hasta ver una silueta pasando por la ventana del baño. Como mi casa es muy segura, con rejas en las ventanas trancas internas en las puertas, no me preocupé demasiado, pero estaba claro que no iba a dejar al ladrón ahí, contemplándolo tranquilamente.

Llamé a la policía e informé la situación y di mi dirección. Me preguntaron si el ladrón estaba armado; de que calibre era el arma; si estaba solo, cual era su estatura, en que lugar de la casa se encontraba el ladrón, cual es el color de su ropa etc. o si ya estaba dentro de la casa. Aclaré que no y que de las características del arma no sabia nada. Me dijeron que no había ninguna patrulla cerca para ayudar, pero que iban a mandar a alguien en el momento que fuera posible. Que si pasaba algo que volviera a llamar ¡!!!!!!!!!!

Un minuto después llamé nuevamente y dije con voz calmada: Hola, hace un rato llamé porque había alguien en mi jardín. No hay necesidad de que se apuren. Yo ya maté al tipo con un tiro de escopeta calibre 12 recortada, que tengo guardada para estas situaciones. Y el tiro se lo pegue en la cabeza. !Le volé la cabeza con la bala y ahora sus sesos están regados por el jardín conjuntamente con sus intestinos...

Pasados menos de tres minutos, había en mi calle 5 patrullas de policía,10 agentes del GOE, 15 agentes de GIR, un helicóptero de la policía, 1 unidad de Bomberos, el defensor del pueblo, 2 patrullas de la Defensa Civil, 3 de la policía metropolitana, un escuadrón de la policía municipal, un equipo de reporteros de TC Televisión con Jonathan Carrera al frente, 1 de fotógrafo del diario Extra, 1 fiscal del Ministerio Público, 4 asambleístas, 1 ex-diputado, 2 concejales y un grupo de los derechos humanos, con Elsie Monje adelante del grupo que no se perderían esto por nada del mundo.

Ellos agarraron al ladrón in fraganti, quien estaba mirando todo con cara de asombro. Tal vez él pensaba que era la casa del Jefe de Policía. En medio del tumulto, un Oficial se aproximó y me dijo: Creí que había dicho que había matado al ladrón. Yo le conteste: Creí que me habían dicho que no había nadie disponible.

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